Lo más importantes a tener en cuenta a la hora de elegir una ventana.  Este es sin duda su ahorro energético. El ahorro energético de una ventana es la consecuencia más medible, que tiene una ventana con un buen aislamiento térmico.

Aislamiento térmico = confort = ahorro energético

El aislamiento térmico de unas ventanas depende tanto del aislamiento térmico de los perfiles como del aislamiento térmico del vidrio.

Alrededor del 30% de la energía de una vivienda se pierde a través de las ventanas. Esto explica la creciente demanda de ventanas de alta eficiencia energética y por eso la importancia de elegir las ventanas más adecuada para nuestra vivienda.

Las fuentes de mayor consumo energético en el hogar son sin duda, la calefacción, en invierno y el aire acondicionado, en verano.  Un buen lugar por donde empezar a ahorrar es por donde realmente los costos son mayores: reduciendo las pérdidas de energía de la calefacción y el aire acondicionado.  Está demostrado que el ahorro de energía  con unas ventanas aislantes, con herrajes adecuados, una la tecnología eficiente de calefacción, y una envoltura aislada del edificio, se reduce drásticamente el consumo de energía. Simplemente la sustitución de viejas ventanas por unas ventanas aislantes que ahorran energía, puede hacer muy perceptible sus ahorros en costos de  calefacción y aire acondicionado a largo plazo.

Las ventanas constituyen una parte muy importante de la fachada. De hecho suelen ser el elemento más sensible de la misma.  Y tenga en cuenta que del nivel de aislamiento de nuestras ventanas, depende cuánto calor permanece en el interior (o frío en el caso del aire acondicionado). En una casa  por ejemplo, la pérdida de calor a través de las ventanas puede ser tan alta como el 40% de la energía de calefacción total. Unas ventanas viejas o incluso si son nuevas, pero no son aislantes, dejan escapara la energía interior de nuestra vivienda.

Todos sabemos que la energía está cada día más cara. Tenemos la suerte que podemos hacer muchas cosas para ahorrar energía y muy especialmente evitar que esta se nos vaya por las ventanas. Se estima que la mejora del aislamiento térmico de un edificio puede suponer ahorros energéticos, económicos y de emisiones de CO2 del 30% en el consumo de calefacción y aire acondicionado, gracias a la disminución de las pérdidas de energía.

Ventanas de Aluminio

 El aluminio es un material “conductor” por naturaleza por lo que actúa de puente térmico en cualquier vivienda trasladando frío o el calor  al interior de tu casa. Es cosa de tocar el aluminio cuando hace frio en exterior, para darse cuenta que el marco de la ventana esta totalmente helado.

En la instalación de unas ventanas se puede producir un puente térmico al anclar las ventanas con tornillos al aluminio. Ya que el  aluminio es un conductor térmico que va a transmitir pérdidas o ganancias térmicas a nuestra ventana a través de los tornillos o elementos del anclaje.

El aluminio en países de clima tropical que prácticamente la temperatura es igual todo el año una ventana de aluminio puede ser adecuada. Una temperatura tropical cercana a la temperatura de confort del cuerpo humano, que da como resultado que la temperatura tanto exterior como interior de la vivienda sea la misma y que permanezca prácticamente constante durante todo el año. En estos casos, podemos utilizar ventanas como las de aluminio de bajas prestaciones térmicas, que no nos proporcionan aislamiento,  ya que realmente en estas zonas tampoco es necesario un gran aislamiento térmico.

Ventanas de PVC

Los marcos de PVC es un aislante natural,  además de la unión de los perfiles por Termofusion, es decir son soldados en todas sus esquinas con “Calor”, evitando cualquier filtración de temperatura, por las uniones. Lo cual permite mantener una temperatura constante dentro del hogar.

Los perfiles de PVC carecen de porosidades, lo que impide la generación de bacterias y hongos y la adherencia de suciedad. De esta manera, los perfiles son muy fáciles de limpiar y de mantener en buen estado, siendo ideales para lugares públicos y hospitales además de viviendas y oficinas.

Pero no sólo es aislamiento térmico lo que proporcionan las ventanas con perfiles de PVC, sino que también constituyen una barrera contra el agua, el viento y la contaminación del exterior, evitando así que ninguna de ellas se cuele en nuestra vivienda. Los perfiles de PVC, por tanto, son ideales para combatir las humedades que tan comúnmente se forman en las ventanas. Esto convierte a estas ventanas en las más herméticas del mercado.

Las ventanas de PVC están siempre ligadas a unas ventanas de mayores prestaciones. En nuestro país las ventanas de PVC, han tenido un gran crecimiento en estos últimos años.

El consumidor está teniendo cada vez mayor conciencia y también la ley exige mayores niveles de aislamiento y ahorro energético en la edificación. Los beneficios de los perfiles de PVC no se acaban aquí, sino que también resulta un material que proporciona un alto nivel de seguridad a las ventanas. Al llevar incorporados refuerzos de acero en su interior, los perfiles fabricados con PVC ofrecen una gran resistencia a los impactos.